Oración al Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio

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viernes, 15 de mayo de 2015

Beatificación ¿El Milagro?

Cómo es el milagro que se evalúa en la Santa Sede


Crónicas sobre el milagro sujeto a investigación que concedió el Cardenal Pironio  a un niño en la ciudad de Mar del Plata en 2006.

Siervo de Dios + Eduardo Francisco Cardenal Pironio

Juan Manuel el niño del milagro que se estudia en Roma (Que Digital)


Cronología

2006 
En Mar del Plata un niño que aspiró purpurina se cura milagrosamente por intersección del Cardenal Pironio y no registra secuelas del accidente, según informaron sus padres.

2008 
El milagro de Mar del Plata comienza a estudiarse en la Santa Sede

2009
El postulador de la Causa del canonización visita la Argentina y recolecta más información.

2014
Un niño se intoxica con purpurina en Santiago del Estero. A raíz de este caso de caracterísicas similares los medios de comunicación nacionales retoman la historia del niño de Mar del Plata (2006). 

2015
Se aguarda el juicio definitivo de la Iglesia acerca de la veracidad de este milagro. 
Se requiere de un milagro para que la Iglesia declare beato a una persona y de otro producido después de ser beatificado para que alcance la santidad.





Pironio, siervo de Dios, intercede por los argentinos

Agencia Informativa Católica Argentina  Jueves 13 Feb 2014 


Misa -  aniversario 2015
Buenos Aires (AICA): En una misa oficiada en memoria del siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio en la basílica de Luján, presentó las ofrendas la madre de un chico marplatense que estuvo al borde de la muerte por haber ingerido e inhalado purpurina. La familia piensa que su curación puede atribuirse a la intercesión del siervo de Dios, actualmente en proceso de beatificación, sin anticiparse al juicio de la Iglesia. La Iglesia estudia siempre cuidadosa y detenidamente cada caso de un presunto milagro.


Juan Manuel Franco tenía quince meses de vida en diciembre de 2006 cuando ingirió e inhaló purpurina y los médicos no le daban esperanza de sobrevivir. 
Años después, el 9 de febrero de 2014, su mamá, Laura Carozza de Franco, maestra de música, fue una de las personas que llevó las ofrendas en la misa con que se recordó al siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio (1920-1998) en la basílica de Nuestra Señora de Luján.

Fue una misa concelebrada, que presidió el arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, que lo recordó como un hombre de Dios, de oración, de contemplación; como un profeta y un hombre de servicio.

El cuerpo del cardenal Pironio está enterrado en el santuario de Luján, donde fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 y donde también fue consagrado obispo el 31 de mayo de 1964. El 23 junio de 2006 se abrió en Roma su proceso de beatificación. 

La misa en su memoria, a 16 años de su fallecimiento, había sido convocada por la Acción Católica Argentina y por otras instituciones. 


Cardenal Eduardo Pironio
cardenaleduardopironio.blogspot.com.ar
Licencia CC


Un rato después de la misa, en una heladería cercana al santuario, vi en la mesa de al lado a la señora que había llevado las ofrendas y le pregunté si lo había hecho en representación de la Acción Católica.
Me dijo que no y me contó el motivo de su participación. Se trataba de la curación de su hijo Juan Manuel, que estaba tomando un helado tranquilamente con su mamá y su abuela mientras hablábamos.

Años antes, el 1° de diciembre de 2006, el chico se debatía entre la vida y la muerte. Había ingerido e inhalado purpurina y por lo que decían los médicos, era algo muy grave: todos los antecedentes eran fatales y ellos no daban esperanza de vida. La purpurina es un polvo finísimo, compuesto de limadura de bronce, una aleación de cobre y zinc, que se aplica a las pinturas para darles un aspecto brillante dorado o plateado.
Laura Carozza y su marido, Mariano Franco, son docentes en escuelas católicas de Mar del Plata. Al día siguiente se hacía en Mar del Plata la marcha de la esperanza, que Pironio había promovido cuando era obispo de esa ciudad, entre 1972 y 1975. La marcha, encabezada por una imagen de Nuestra Señora de Luján, hizo una parada frente al hospital materno infantil donde estaba internado (prácticamente desahuciado por los médicos) el pequeño Juan Manuel.

“Nos encontramos allí, bajo la lluvia, con gente conocida –comentó Laura-. Y el sacerdote de la parroquia San Antonio de Padua, donde soy maestra, nos dio una estampa de Pironio y nos dijo que pidiéramos la curación”. Se trataba del presbítero Silvano De Sarro que, además, preside la Junta de Educación Católica de Mar del Plata. Les dio una cartilla sobre la vida y obra del cardenal Pironio, con su testamento.
“Volvimos reconfortados de la marcha. El estado de Juan Manuel era muy crítico. A la mañana siguiente, empecé a leer lo que decía el testimonio de lo que un obispo le dijo a la madre de Pironio: “Señora, los médicos también pueden equivocarse”. Justamente, era la frase que yo necesitaba en ese momento”. 


Cuando la madre del cardenal Pironio tuvo a su primer hijo estuvo seis meses sin moverse y los médicos le dijeron que no podría tener más hijos sin riesgo de su vida. Pero monseñor Francisco Alberti, quien sería con el tiempo arzobispo de La Plata, le dijo que los médicos podían equivocarse, que tuviera confianza en el Señor y que celebraría la misa por ella en el altar de Nuestra Señora de Luján. “Total que mi madre vivió hasta los 82 años y tuvo 22 hijos”, escribió el cardenal Pironio. Y concluyó: “Yo soy el último de ellos”, como puede leerse en una carta dirigida el 13 de marzo de 1986 a monseñor Juan Antonio Presas, que está colocada cerca de su tumba en el santuario. 



Cardenal Pironio - JMJ Denver 1993
Rememorando lo que pasó desde que leyó la estampa de Pironio, Laura Carozza dice que entendió que la vida del cardenal era un milagro y a partir de ese momento “me convencí de que algo había cambiado”. A los pocos días, le hicieron un estudio a su hijo y llevaron la extracción de sangre a La Plata. Su mamá, abuela de Juan Manuel, María Cristina Delfante de Carozza, llevó la muestra a un hospital especializado en toxicología en esa ciudad y cuando tuvo el resultado llamó a su hija para comunicárselo.

¿Cuál era la situación antes de tomar la muestra? “Me habían dicho que Juan Manuel tendría problemas renales, hepáticos, neurológicos. Tenía una neumonía química. Al haber inhalado ese polvo, le había quemado los pulmones (algo parecido a lo que sufrieron los chicos de Cromañón). Tenía cobre y zinc en la sangre y en la orina, y quizá también plomo”. Había estado en coma farmacológico, internado en terapia intensiva, entubado, ya que no podía respirar solo. El edema pulmonar había destruido los pulmones en un 70 %. El día en que se hizo el análisis en La Plata le sacaron el respirador y salió del coma, aunque temiendo los médicos que hubiera graves daños y secuelas. 

Pero, sorprendentemente, la abuela llamó por teléfono desde La Plata a la madre y le informó que el análisis no daba ningún resultado negativo, era normal.


“Juan Manuel empezó a estar bien y a los pocos días estaba en casa como si nada hubiera pasado. De no tener ninguna esperanza pasamos a que estuviera en casa muy bien. Empecé a pensar, y a darme cuenta de que había sido por el cardenal, que es lo que están estudiando ahora”, dice Laura. 

En Roma es postulador de la causa de beatificación del cardenal Pironio el sacerdote benedictino Giuseppe Tamburrino, y en la Argentina es vicepostuladora la profesora Beatriz Buzzetti, que fue presidenta nacional de la Acción Católica y leyó la primera lectura en la misa de Luján. 

Juan Manuel, que cuando tenía catorce meses apenas empezaba a caminar, es ahora un chico sano. Juega al tenis y al fútbol, hace natación, toca la guitarra. Tiene dos hermanos más chiquitos: Jorge y Francisco Eduardo. Le pregunto a qué colegio va. Responde que va al colegio Nuestra Señora del Camino, en Mar del Plata, y está en tercer grado.
Su abuela recuerda que los médicos decían: “Lo único que hay que hacer es esperar a un paro cardíaco”. Gracias a Dios, eso no se dio y la familia tiene el íntimo convencimiento de que ese resultado puede atribuirse a la intercesión del siervo de Dios en proceso de beatificación.
La Iglesia hace siempre un estudio largo, preciso y cuidadoso de los pormenores médicos y de su relación con la oración en cada caso de un presunto milagro, y el fervor de los fieles no pretende anticipar el juicio definitivo de la Iglesia. 

En la misa estuvieron también algunos parientes del cardenal Pironio, que llevan su mismo apellido. Santiago Pironio, estudiante secundario de 16 años, de Luján, y su hermana Victoria, de 18, que empieza la carrera de Ciencias de la Educación, son sobrinos bisnietos del siervo de Dios. Andrea, psicóloga, pocos años mayor, es sobrina nieta. Dijo que ella lo llegó a conocer, siendo chica, pero además ha escuchado siempre hablar mucho de él en su familia. Su papá, Alfredo, de 68 años, que está jubilado pero que sigue haciendo algunos trabajos como tornero, era sobrino directo del cardenal. Al igual que Victoria, Andrea llevaba una casaca azul con signos de la Acción Católica. Ella es dirigente del equipo de aspirantes de la Acción Católica de la arquidiócesis de Mercedes-Luján.




Avanza la causa de beatificación del cardenal Pironio



Cardenal Pironio - Licencia CC


Mar del Plata (Buenos Aires), 14 Dic. 2009 (AICA)

El postulador de la causa de beatificación del cardenal Eduardo Pironio, padre Giuseppe Tamburrino, visitó Mar del Plata, para reunir información sobre la vida de santidad de quien fue el obispo de Mar del Plata, y avanzar así en el proceso para declararlo beato y después santo.

El sacerdote explicó que “vine hasta aquí, ante la posibilidad de un milagro del cardenal Pironio, que se realizó con un niño. El mismo había ingerido purpurina y cuando lo llevaron al hospital estaba en una situación muy grave, con dificultad para respirar y con consecuencias letales. Mientras él estaba en terapia intensiva pasó la Marcha de la Esperanza, los padres bajaron y encontraron a un sacerdote marplatense que les dio una imagen del Cardenal con la oración y así empezaron a rezarle”.

Esta grave situación se produjo en 2006 y se tenía certeza de que en casos precedentes las consecuencias eran mortales, “pero éste con la oración del cardenal Pironio, después de una semana, se sanó”, destacó, al tiempo que reveló que existe otro posible milagro por su intercesión con otro niño, en Santiago de Chile.


La causa principal del cardenal Pironio es sobre “la fama de santidad” y sobre el “ejercicio heroico de las virtudes cristianas”, y la misma se inició en el 2006. “El proceso de beatificación se articula en dos partes: la documental y la testimonial. En la primera se examinan los libros publicados a través de dos teólogos para verificar la rectitud de la doctrina, así también documentos de archivos y otros escritos suyos, como las cartas que el Cardenal ha escrito personalmente y son millares.
Por otra parte hay casi 90 testigos, de la Argentina, Italia, España. 
Ellos son personas que han tenido contacto con Pironio y que pueden testificar sobre las virtudes teologales, cardinales y morales en él”, precisó el padre Tamburrino.
Asimismo, manifestó, “si hay un milagro se hace un proceso sobre éste, y se averigua si se trata de un caso excepcional, es decir, que los médicos no pueden explicar el éxito del mismo porque supera los conocimientos de la ciencia.

Cuando se llega a comprobar la fama de santidad, el ejercicio de las virtudes heroicas, y el milagro, se puede proceder a la beatificación”.

Consultado sobre aquello que más le llamó la atención durante este arduo proceso, el padre Tamburrino expresó “la concordancia de todos en la fama de santidad del cardenal. Ninguno me ha dicho que no, todos dicen es un santo y eso es muy alentador para mí”.

El postulador recordó que como comunidad y como Iglesia en Mar del Plata también se puede colaborar en la causa “ante todo teniendo devoción al cardenal y haciendo conocer su santidad, rezarle también por supuesto. Aunque fue durante poco tiempo Obispo, él estaba muy ligado a la diócesis de Mar del Plata”.
El sacerdote expresó que el cardenal Pironio era muy afectuoso, y que a él lo “trataba como un hermano”. “Todo el trabajo, que he hecho para su beatificación lo hice con mucho gusto, para la Gloria de Dios que se manifiesta en él; para que Dios que ha obrado tan excelentemente en él, sea conocido también a los otros”, dijo.


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Investigan curación de niño por intercesión del Cardenal Pironio

BUENOS AIRES, 14 Dic. 2009 (ACI Prensa).- El Padre Giuseppe Tamburrino, postulador de la causa de beatificación de quien fuera Obispo de Mar del Plata, Cardenal Eduardo Pironio, visitó esta ciudad argentina para seguir el proceso. Parte de su investigación se centra en un presunto milagro que habría sucedido por intercesión del Purpurado que salvó la vida de un niño.


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Estudian la curación “milagrosa” de un niño por intercesión del cardenal Pironio

Martes 28 Oct 2014 | AICA

Ciudad del Vaticano (AICA): El Vaticano estudia un posible milagro que permitiría la beatificación del cardenal Eduardo Pironio, que falleció en 1998. Se trata de la curación de un niño marplatense de un año y medio intoxicado con purpurina en 2008. La familia del menor intoxicado tenía una estampita del purpurado argentino. Luego de recurrir a su oración, el niño mejoró y fue dado de alta sin ninguna secuela a pesar de que los médicos le habían dicho que si sobrevivía, iba a tener graves secuelas. 


El Vaticano estudia la curación “milagrosa” de un niño intoxicado con purpurina en 2008 que puede convertir en beato al cardenal Eduardo Pironio, que falleció en 1998.
La vicepostuladora de la causa del cardenal Pironio, Beatriz Buzzetti Thomson, confirmó que la Congregación para las Causas de los Santos estudia el caso de la curación sin explicación médica y sin secuelas de un niño de 15 meses que se intoxicó con purpurina en 2008.

La responsable del proceso precisó que tras el accidente, los padres del niño recurrieron a la oración que se encontraba en el reverso de una estampa del cardenal Pironio, que recibieron de regalo.

El niño mejoró y fue dado de alta sin ninguna secuela a pesar de que los médicos les advirtieron que si sobrevivía, el niño presentaría graves daños renales y hepáticos.







La oración dedicada al fallecido purpurado fue aprobada por la Conferencia Episcopal Argentina. La causa de beatificación de Pironio se abrió en junio de 2006 en la diócesis de Roma.
El cardenal Eduardo Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 y, tras ser obispo de Mar del Plata entre 1972 y 1975, fue trasladado a Roma para cumplir funciones en la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada.
En 1984 fue designado presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, desde cuyo cargo fue uno de los impulsores de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
El cardenal Pironio falleció el 5 de febrero de 1998 en Roma, por eso el proceso se inició en la capital italiana, aunque sus restos descansan en la basílica de Nuestra Señora de Luján.

Se requiere de un milagro para que la Iglesia declare beato a una persona y de otro producido después de ser beatificado para que alcance la santidad.  La Iglesia en la Argentina tiene ocho beatos, se trata del Cura Brochero, las monjas Crescencia Pérez, Nazaria Ignacia March Mesa, María Tránsito de Jesús Sacramentado (Madre Cabanillas o Madre Maravilla) y María Ludovica De Angelis, el coadjutor salesiano Artémides Zatti, la laica Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá. 
La oración para pedir la intercesión del cardenal Pironio es la siguiente:
Oh Dios, Padre nuestro, que has llamado a tu Siervo Eduardo Francisco Pironio a servir a tu Iglesia como sacerdote y obispo, confortado por la materna solicitud de la Virgen María y lo has hecho alegre anunciador de la esperanza y de la cruz, concédenos que, siguiendo su ejemplo, podamos proclamar y testimoniar nuestra fe con un corazón misericordioso y acogedor y, por su intercesión, danos la gracia que confiadamente te pedimos. (Decir la gracia que se solicita) Por Cristo nuestro Señor. Amén.+


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EL LIBERAL 
Santiago del Estero, Publicado el 24/10/2014

Al cardenal Eduardo Pironio se le atribuye la curación milagrosa de un niño intoxicado con purpurina

En 2008 la causa de beatificación del cardenal Eduardo Pironio, fallecido en 1998, dio un nuevo paso al abrirse una investigación sobre la presunta curación milagrosa de un niño que a los 15 meses de nacido se intoxicó con purpurina, informó el sitio Aciprensa. 

La vicepostuladora de la causa, Beatriz Buzzetti Thomson, fue la responsable de investigar la curación completa del niño, cuya identidad se mantiene en reserva. Según se informó, tras el accidente, los padres del niño recurrieron a la oración que se encontraba al reverso de una estampa del Cardenal, que recibieron de regalo. El niño mejoró y fue dado de alta sin ninguna secuela a pesar que los médicos les advirtieron que si sobrevivía, el niño presentaría graves daños renales y hepáticas. 
La oración dedicada al fallecido Purpurado fue aprobada por la Conferencia Episcopal Argentina y reza así: Oh Dios, Padre nuestro, que has llamado a tu Siervo Eduardo Francisco Pironio a servir a tu Iglesia como sacerdote y obispo, confortado por la materna solicitud de la Virgen María y lo has hecho alegre anunciador de la esperanza y de la cruz, concédenos que, siguiendo su ejemplo, podamos proclamar y testimoniar nuestra fe con un corazón misericordioso y acogedor y, por su intercesión, danos la gracia que confiadamente te pedimos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.  (...)

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