Oración al Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio

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TESTAMENTO ESPIRITUAL

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Cardenal Pironio / Testamento Espiritual

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UN PASO MÁS CAMINO A LOS ALTARES

ROMA: CONCLUYÓ LA FASE DIOCESANA DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN  DEL SIERVO DE DIOS EDUARDO CARDENAL PIRONIO 11 DE MARZO DE 2016  ...

domingo, 17 de junio de 2018

Monseñor Malfa en Roma


JORNADA EN MEMORIA 
DEL SIERVO DE DIOS 
CARDENAL EDUARDO PIRONIO

PONENCIA DE MONSEÑOR CARLOS H. MALFA (Secretario general de la CEA)

PALACIO SAN CALIXTO
31 de mayo de 2018


Espiritualidad que nace del Misterio Pascual

Estimado Sr. Embajador ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter; estimados señoras y señores presentes. En nombre de la Conferencia Episcopal Argentina, celebro con sincera gratitud la iniciativa de recordar al Siervo de Dios, Cardenal Eduardo Francisco Pironio,  al cumplirse 20 años de su partida a la casa del Padre.  La bondad de su presencia como sacerdote y obispo, tanto en el país como en América Latina como en la Santa Sede, es reconocida porque “pasó haciendo el bien” a tantísimas personas, comunidades e instituciones.



Mons. Malfa en Roma en la clausura de la fase diocesana (2016)

En el marco de esta primera sesión titulada “La herencia del Cardenal Pironio”, intentaré acercarlos a la riqueza de su espiritualidad experimentando el gozo y la responsabilidad de transmitir algo de su legado espiritual, como testigo privilegiado por aquello de que “hemos visto y oído, contemplamos y tocaron nuestras manos…” (1Jn. 1, 1).














Me propongo hacerlo desarrollando brevemente tres puntos : la espiritualidad del Cardenal Pironio, el fundamento pascual de esa espiritualidad, yla figura de Pironio como testigo y profeta  en tiempos de Pablo VI y Juan Pablo II.  



La espiritualidad del Cardenal Pironio



 “No hay más que una espiritualidad cristiana, la de realizar plenamente el Evangelio”, en palabras del propio Card. Pironio.[1] “Ello nos irá dando una progresiva transformación en Cristo por la acción santificadora del Espíritu. No hay más que una sola vocación definitiva - decía -: la de ser santos. “Nos eligió en Él (en Cristo) para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia” (Ef 14)”.

Hombre del Espíritu, profundamente humano y todo de Dios. Nadie que se encontrara con el Cardenal Pironio podía dejar de percibir la serena irradiación de su presencia, de llevarse algo de Dios. Un breve contacto con él, una palabra, una mirada bastaban para pacificar el alma, y para que surgiera desde lo más hondo el deseo de ser más buenos y sencillos, más humildes y fraternos.








Como lo definiera el padre Lucio Gera, Pironio “era ante todo teólogo, un verdadero conocedor de Dios”, no solo en el sentido intelectual, sino fundamentalmente en la profundidad del encuentro, del seguimiento y de la identificación con Cristo. Su ser profundamente humano y todo de Dios le permitía entrar desde el corazón de Dios en el corazón de cada persona y con fina sensibilidad, hablarle en un lenguaje sencillo y claro, haciendo suyas sus alegrías y sufrimientos. Todo lo humano tenía un eco en su corazón de padre y pastor. Todo lo bueno y noble del mundo y de la historia era por él amado y valorado. Todo lo inherente a la vida humana era objeto de su comprensión y respeto. Y así era inmediatamente percibido  por todo aquel que lo encontraba.

Quienes tuvimos la gracia de conocerle y tratarle, podemos reconocernos en las palabras del Hermano Roger: “Pironio, hombre de Dios, irradiaba la santidad de Dios en la Iglesia. Cuántas veces me ha ocurrido decir: ‘actualmente los santos existen y el cardenal Pironio es uno de ellos’ (…). Tenía un alma mística y eso nos permitió ahondar en el sentido de la Iglesia una, santa y católica. Y si en Taizé tenemos un gran amor por esta comunión única que es la Iglesia, - subrayaba el Hno. Roger- él ha sido uno de los que nos han abierto la puerta”.

Como se ve, a la par de su presencia siempre luminosa, también su predicación y su palabra poseían una autoridad espiritual y moral, hecha de servicio, fidelidad y oración, de acogida y de esperanza, capaz de animar y orientar, con la fuerza del Espíritu Santo, una vida entera.

Y es que los santos no sólo tocan profundamente lo más íntimo del hombre y contagian santidad, también perciben inmediatamente como por connaturalidad la acción del Espíritu en otras almas santas.

Estamos ante un hombre que vivió de manera extraordinaria las dimensiones contemplativa, relacional y pastoral con una clara consciencia del momento histórico y de los contextos culturales, sociales y políticos en los que actuó. Estamos ante un hombre que ha entrado con coraje en la historia, como enviado, acogiendo las angustias y esperanzas de los hombres, anunciando el Evangelio y acercando el hombre a Dios. Pero sobre todo estamos ante un testigo que ha “visto al Invisible”, que ha experimentado honda y vitalmente el amor del Padre y se ha hecho “otro Cristo”.

En la perspectiva que nos da el tiempo transcurrido, percibimos su vida como una sinfonía espiritual al servicio de la liberación integral de las personas y de los pueblos, desde el Evangelio y desde el corazón de la Iglesia.

Su Testamento espiritual nos sitúan ante la verdad primera y última de una vida vivida en plenitud:

Fui bautizado en el nombre de la Trinidad Santísima; creí firmemente en Ella, por la misericordia de Dios; gusté su presencia amorosa en la pequeñez de mi alma (me sentí inhabitado por la Trinidad). Ahora entro «en la alegría de mi Señor», en la contemplación directa, «cara a cara», de la Trinidad. Hasta ahora «peregriné lejos del Señor». Ahora «lo veo tal cual Él es». Soy feliz ¡Magníficat!

No es posible hablar de la espiritualidad del Card. Pironio sin hacer una referencia a María, la Madre de Jesús. Las páginas y las oraciones más bellas que conservamos de Pironio, se refieren o están dirigidas a la Madre de Jesús, a la que nombra en cada escrito, en cada meditación como la fiel, la servidora, la pobre o la contemplativa, … Ella está en el principio de su vida - que la consideraba un milagro de la Virgen de Luján.


El fundamento pascual de la espiritualidad del Cardenal Pironio




En el arco de su vida se percibe y se manifiesta que la raíz de su espiritualidad es el Misterio Pascual de Cristo. 

Fuente de inspiración de su palabra, sus actitudes y sus acciones, tanto en la predicación, en los criterios con los que asesoraba y acompañaba a cantidad de personas y grupos; como en la toma de decisiones, muchas de enorme peso. 

Podemos afirmar que Pironio vivió una gracia especial de convicción, comprensión y anonadamiento ante el Misterio Pascual: 
“Ser fieles al Evangelio implica esencialmente vivir y comunicar la alegría profunda del Misterio Pascual”, solía decir.[2] “El Padre, la Cruz, la Esperanza y María”, claves asimismo de su espiritualidad, se entienden en el Misterio de la Pascua.
Estamos ante la razón, el fundamento y el sentido de la fe cristiana, pero hay en el pensamiento del Card. Pironio un modo original de establecer desde el Misterio Pascual la relación Iglesia y mundo, “es decir entre el Pueblo de Dios y el género humano” (1970)[3], entre historia de salvación e historia humana.

Esta vinculación la observamos en sus textos proféticos de los años ´60 y ’70, de claro corte postconciliar, donde nos habla del “hombre nuevo” nacido de la Pascua: “La resurrección de Jesús no es simplemente un signo que confirma su misión (Jn, 2, 18-22). Ni es sólo el principio de nuestra propia resurrección y la garantía de nuestra fe (1 Con. 15,22s). Fundamentalmente, la resurrección de Cristo es la manifestación del hombre nuevo”.[4]

“Cristo inaugura la nueva creación. Las cosas empiezan a relacionase con Dios y entre sí de un modo nuevo. (Escritos Pastorales: 59).

“Hecho a imagen de Dios y asociado al misterio pascual de Cristo, el hombre (el ser humano) es llamado a realizar su vocación divina, a ser el artífice de su propio destino, el sujeto activo y creador de su historia. Es el hombre liberado en Cristo (Gál 5,1) de la esclavitud fundamental del pecado (Rom 6, 6ss) y de todas sus consecuencias (egoísmo, ignorancia, miseria, muerte, etc)

El hombre nuevo - para Pironio - es esencialmente para los otros. El que aprende a descubrir que cada persona es su prójimo (Lc 19,29ss) Y se siente impulsado a completar la creación, a construir el mundo, a realizar la historia. No sueña con el futuro sin hacerlo, sino que todos los días va creando futuro.


La figura de Pironio como testigo y profeta  en tiempos de Pablo VI y Juan Pablo II.

En los años como obispo de Mar del Plata y como secretario general del CELAM, era común oír a Pironio hablar de la “hora de la Pascua” y de “la Iglesia comunidad pascual”. Dice por ejemplo: “La Iglesia en América latina está viviendo “su hora”. No es precisamente la hora del triunfo o del prestigio. Es la hora del desprendimiento y la muerte, de la presencia y la donación, de la cruz y la esperanza. Algo definitivamente nuevo y comprometedor está obrando el Espíritu de Dios en nuestra Iglesia” (Escritos Pastorales, presentación).

Era su profético modo de describir la situación que se vivía en la Argentina y en otros países del Continente, de violencia, desigualdad social, injusticia; al mismo tiempo de aires de liberación y búsqueda de soluciones nuevas. “Como obispo latinoamericano, Pironio conoció la cruz que carga un padre que no tiene alimento suficiente para sus hijos, la madre de un hijo desaparecido, un joven desocupado. De esta experiencia de pastor nace su enseñanza en cuanto a la promoción, la liberación, la dignidad”. Y sin embargo siempre supo asumir con valentía, serenidad y esperanza, estas situaciones de dolor, arrojando sobre ellos una mirada de fe, e invitando a superar las dificultades mostrando al hombre sus propias riquezas humanas, no como quien habla desde fuera, sino como el padre, el hermano, el amigo que comparte el dolor y va haciendo el camino del hombre.





Al celebrar los 50 años de Medellín debemos recordar el rol clave que tuvo el entonces Mons. Pironio, sea en la preparación como en el desarrollo de aquella conferencia que definió como acontecimiento salvífico y nuevo Pentecostés para la Iglesia en América Latina. Era la encarnación del concilio en aquel continente ratificada con la histórica presencia del Beato Pablo VI, quien diría al recibir y aprobar las conclusiones que se trataba “de un verdadero monumento histórico de la Iglesia en América Latina”.

Baste mencionar que contemplación y acción, misterio Pascual e historia, fueron también las claves para su aguda percepción y reflexión teológica en torno a la liberación (1970) de la que Juan Carlos Scannone dice que “acentúa el carácter integral y evangélico de la liberación, enfocándola preferentemente desde una perspectiva bíblica y eclesial. No adopta la mediación socioanalítica, sino la ética-antropológica”.[5]

El testimonio de un mártir y santo, como será proclamado en breve por el papa Francisco, Monseñor Romero, da cuenta de la importancia de aquel acontecimiento. Dice Monseñor Oscar Romero en su primera Carta Pastoral como arzobispo de El Salvador, en la que cita a Pironio en tres ocasiones:

"Con emoción de pastor me doy cuenta de que la riqueza espiritual de la Pascua, la herencia máxima de la Iglesia, florece entre nosotros y que ya se está realizando aquí el deseo que los Obispos expresaron en Medellín al hablar a los jóvenes: “que se presente, cada vez más nítido en América Latina, el rostro de una Iglesia auténticamente pobre, misionera y PASCUAL, desligada de todo poder temporal y audazmente comprometida en la liberación de todo el hombre y de todos los hombres” (Medellín, Juventud, n. 15).

“Los Obispos proclamaron que la Iglesia no podía sentirse indiferente ante “un sordo clamor de millones de hombres, pidiendo a sus pastores una liberación que no les llega de ninguna parte” (Pobreza, 2). (…) Hora difícil. “Hora –diría el Cardenal Pironio- de cruz y de esperanza, de posibilidades y riesgos, de responsabilidad y compromiso” (Mons. Oscar Romero cita a Pironio, Escritos pastorales: 206) Mons. Romero.

El itinerario espiritual del Card. Pironio nos muestra a un contemplativo con los pies en la tierra, “con un oído en el Evangelio y otro en el pueblo” como decía Mons. Angelelli, y Pironio recodaba muchas veces.  "Lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos, es lo que les anunciamos" (1 Jn 1,1).

En 1976 en sus Meditaciones para tiempos difíciles - que ciertamente lo eran en nuestro país y él los sufría directamente -, escribe: “La contemplación no es olvido de la historia ni evasión de la problemática del mundo. Sería un modo absurdo de complacerse a sí mismo, dejando siempre en la penumbra al Señor. La contemplación verdadera es don del Espíritu Santo. Sólo se la consigue con limpieza de corazón y con hambre de pobres” (…) 

Los tiempos difíciles tienen que ser penetrados por eso desde la profundidad de la contemplación. Nos hace ver lejos y a lo hondo. También nos descubre las causas del mal: por qué suceden tales cosas…”

Una última palabra de gratitud por el paso del Card. Pironio en la historia de nuestro país y en la Iglesia, en América Latina y universal. De él se ha valido el Espíritu para abrir los caminos de la alegría del Evangelio, de la esperanza, de la opción por los pobres, y de santidad que hoy vive la Iglesia de la mano del Papa Francisco.

Muchas gracias.


NOTAS 
[1] Pironio, Card. Eduardo Francisco, Espiritualidad sacerdotal, en Iglesia Pueblo de Dios, Bogotá, 1970: 57-8.

[2] Pironio Card. Eduardo Francisco, Espiritualidad Sacerdotal, en Escritos Espirituales, 1976.

[3]Pironio Card. Eduardo Francisco, Iglesia y mundo, en Escritos pastorales, 1975: 51

[4]Pironio Card. Eduardo Francisco, Cristo Señor de la historia, en Escritos pastorales, 1975: 59

[5]Scannone, Juan Carlos (1982). «La teología de la liberación. Caracterización, corrientes, etapas». Stromata (38): 3-40. ISSN0049-2353.

[Fuente: Conferencia Episcopal Argentina]
Fotos: Cardenal Eduardo Pironio Blog  

Homenaje en Nueve de Julio [Parte I ]

[Fuente, texto y fotos:  Diócesis de Nueve de Julio]


Homenajes al Cardenal Pironio en Roma, 
Buenos Aires y en su pago chico

En el marco de las conmemoraciones que se están llevando a cabo con motivo de los veinte años de su partida y en torno a la fecha del 31 de mayo, día en que recibió la consagración episcopal el año 1964 en la Basílica de Luján, tuvieron lugar diversos actos de “memoria agradecida” por su vida, testimonio, mensaje y actualidad, tal como todos los conferenciantes coincidieron en definirlos.
La embajada argentina ante el Vaticano, la Acción Católica Argentina en Buenos Aires y la Diócesis en nuestra ciudad fueron los encargados de organizarlos.

Roma

Coordinados por el embajador Rogelio Pfirter en la sede de la Embajada de nuestro país ante el Estado del Vaticano, tuvo lugar un primer acto el día martes 29. Los cardenales Pietro Parolin, Secretario de estado del Vaticano; Angelo Sodano, Decano del colegio cardenalicio; Leonardo Sandri, argentino, ex alumno de Pironio y ahora Prefecto de una importante congregación vaticana; los obispos Fernando Vergez, actual Secretario de la gobernación del estado vaticano y antiguo secretario personal del Cardenal; Renato Boccardo, arzobispo de Spoleto en Italia y colaborador de Eduardo Pironio en la organización de las “Jornada Mundial de la Juventud” junto a una nutrida concurrencia de laicos, dirigentes, religiosos y eclesiásticos brindaron su testimonio acerca de diferentes facetas de la personalidad de nuestro ilustre convecino. La relevancia de los ponentes y participantes deja ver claramente la enorme estima que se guarda todavía allí a Pironio como la vigencia de su legado.

Buenos Aires
En el atardecer del miércoles 30, en el Salón dorado de edificio del antiguo Consejo deliberante-legislatura porteña y organizado por la Acción Católica Argentina, institución de la cual Pironio fue asesor y una de las que más está haciendo por mantener viva su figura y promover su causa de canonización. Expusieron, en tono de testimonio personal, el arzobispo de Bahía Blanca fray Carlos Azpiroz Costa, con una lúcida y cordial  consideración sobre la figura, el pensamiento y el legado pironiano; Beatriz Buzzetti Thomson por parte de la Acción Católica, subrayando lo avanzado del pensamiento de Eduardo Pironio sobre los laicos en la época anterior al Concilio; el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina Mons. Oscar Ojea, quien lo definió, emocionado, como “auténtico profeta de la esperanza en tiempos difíciles”, poniendo de manifiesto la actualidad de ese ejemplo para nuestra patria hoy día.



Un dato significativo -no menor en estos tiempos- es la admiración y el entusiasmo que la figura del Cardenal suscita aún hoy entre los jóvenes que no lo conocieron personalmente ni fueron contemporáneos suyos, tal como quedó de manifiesto en el II Encuentro Nacional de Juventud celebrado en Rosario el fin de semana pasado.Entre la nutrida concurrencia de alrededor de doscientas persona, se encontraban el Secretario de Culto de la Nación doctor Santiago de Estrada, el actual encargado de la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires, Mons. Vicente Turturro, autoridades nacionales, funcionarios del gobierno de la Ciudad, amigos y antiguos colaboradores de Pironio. Asistieron, también, el sacerdote marianista José María Arnaiz y Mons. Antonio Aloisio, quienes fueron citados por los mismos expositores como testigos presenciales de diferentes momentos muy significativos de la vida del Purpurado.

En representación de nuestra diócesis nuevejuliense se hicieron presentes el obispo Mons. Ariel Torrado Mosconi, el párroco de la Iglesia catedral Pbro. Guillermo Gomez con algunos seminaristas. Intercalados a las conferencias, se proyectaron tres videos que recogían palabras del Cardenal y  varios sentidos testimonios de personas que lo conocieron muy de cerca y compartieron su trabajo en distintas etapas de su vida y en diferentes lugares y responsabilidades. Cabe mencionar que tal acto comenzó con la lectura de una misiva enviada por el intendente municipal Cdor. Mariano Barroso.Aunque la figura del Siervo de Dios fue considerada desde distintas facetas y perspectivas, hubo coincidencia en que se estaba ante una figura de profunda humanidad por su sensibilidad, capacidad de escucha y consejo así como indoblegable esperanza ante la adversidad y el sufrimiento. Todo ello -según postularon unánimemente los disertantes- denotan claramente la santidad de su vida, puesta en evidencia en la sencillez de lo cotidiano y la disponibilidad ante cualquier ser humano que tuviera delante de sí.


Nueve de Julio

El “pago chico” del purpurado argentino no fue ajeno a la efeméride conmemorada, que se enmarca dentro del año a él dedicado en el ámbito de toda nuestra diócesis.
El mismo día en que se recuerda un aniversario más de su ordenación como obispo en la basílica de Luján -donde también recibió el sacerdocio y está sepultado- se lo recordó en su localidad natal en la misma casa donde tuvo lugar su nacimiento, hoy convertida en Centro Cultural “Cardenal Pironio”.

El obispo diocesano presidió la Misa concelebrada por los padres Guillermo Gómez y Ariel Palanga. La predicación de Mons. Torrado Mosconi estuvo centrada en la acendrada devoción mariana de Pironio -ya que es la fiesta litúrgica de la Visitación de María- luego el P. Guillermo relató y compartió sus impresiones sobre el acto llevado a cabo el día anterior en la Legislatura de Buenos Aires, se leyó un detallado y sentido testimonio de la Hna. María del Carmen ocd, del Carmelo “San José” de nuestra ciudad, recordando la intervención de Pironio en la fundación de dicho monasterio carmelitano y el vínculo estrecho que siempre mantuvo con él hasta el día de su partida. Y, para finalizar, se proyectó un video del Cardenal nuevejuliense con el Papa san Juan Pablo II durante una de las primeras Jornada Mundial de la Juventud, de las cuales Pironio fue impulsor y organizador.Homenaje al Cardenal Pironio

Obsequios


Tal como lo había prometido cuando estuvo recientemente para el recuerdo de los veinte años del deceso de Eduardo Pironio y la inauguración del Centro Cultural, Mons. Fernando Vérgez, regaló a Mons. Ariel algunos objetos pertenecientes al fallecido purpurado entre los que se cuentan su capelo de Cardenal, algunas insignias y ornamentos litúrgicos y varios libros de su autoría.
Estos objetos tan significativos y valiosos, verdaderas “reliquias” por su valor afectivo más que material, se expondrán en dicho Centro para que feligreses y visitantes tengan acceso a ellos.



Allí mismo se expondrá un Rosario regalado por Sor Lucía de Fátima (una de las tres “pastorcitas” que tuvieron un encuentro con la Virgen, luego monja carmelita en Portugal) al Cardenal, que este obsequiara a su hermana Zulema y luego pasara al Grupo de Jóvenes de la Iglesia catedral.











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[el presente articulo está publicado con fines de archivo]

Cardenal Parolin rindió homenaje al Cardenal Pironio


Fuente VATICAN NEWS original en italiano. 
Traducción Nuria para "Cardenal Eduardo Pironio Blog" . 
Si va a utilizar está traducción cite la fuente y comunique al blog con anterioridad. 
Copyright 2018

JORNADA EN MEMORIA 
DEL 
SIERVO DE DIOS 
CARDENAL EDUARDO PIRONIO


EL SECRETARIO DE ESTADO 
CARDENAL PIETRO PAROLIN
 RECORDÓ AL CARDENAL PIRONIO

VATICAN NEWS 
ROMA 30 DE MAYO

Se ha llevado a Cabo hoy en Roma en el Palacio San Calixto una "Jornada en memoria del Siervo de Dios Eduardo Francisco Pironio", por el 20 aniversario de la muerte del cardenal argentino.




"No se puede explicar su existencia y las muchas tareas que se le confiaron - sostuvo el cardenal Parolin - sin considerar su amor incondicional a Cristo.
Estaba tan altamente unido a él que incluso en los momentos más difíciles, nunca perdía esa serenidad interior que alimentaba en él la esperanza.
Probado por una enfermedad larga y dolorosa, él fue capaz de alabar al Señor incluso en esa circunstancia, consciente de que la Cruz es fuente de vida y no de muerte.
Ciertamente fue un pasaje difícil, que el purpurado vivió sostenido de la asistencia frecuente a los sacramentos y de la oración ".

Él siempre estuvo al lado de aquellos en necesidad y en el sufrimiento

"La cruz se transformó en él en felicidad, no por la dimensión del sufrimiento y la fragilidad que la caracterizan, dijo el Secretario de Estado del Vaticano, sino como un instrumento de salvación. El cardenal Pironio precisamente porque estaba unido a Cristo Crucificado siempre estuvo al lado de los necesitados y sufriendo. Era el compañero de viaje de tantos pobres, de tantos desesperados, de las clases más desfavorecidas. Recordamos su actividad pastoral y caritativa entre los campesinos Mercedes en Argentina ".

Su contribución a las Jornadas Mundiales de la Juventud es fundamental

"Quería llevar el Evangelio - continua el cardenal Parolin - entre los que se encontraban en las situaciones más difíciles, que estaban inmersos en problemas existenciales y económicos. La suya era la presencia de Cristo en medio del mundo. En particular, quiso involucrar a todos en la evangelización para conducirlos a Cristo y como presidente del Consejo Pontificio para los Laicos dio un fuerte impulso, a fín que todos los bautizados fueron protagonistas y no observadores. Así como fue grandiosa y fundamental su contribución a las celebraciones de las Jornadas Mundiales de la Juventud ".

A las críticas, respondió ofreciendo la paz, perdón y caridad fraterna

"Sin embargo, no se puede comprender al Cardenal Pironio, este hijo de inmigrantes friulanos en Argentina, sin ver en él un hombre de las Bienaventuranzas. Recordamos - dijo Parolin: que una de las pruebas que tuvo que superar fue la crítica a su trabajo. Juicios a menudo expresados también por personas que ocupan puestos en la Iglesia. él siempre respondió a quienes lo criticaron con la oferta de la paz, el perdón y la caridad fraterna. Incluso cuando las palabras se convirtieron en calumnia, el Siervo de Dios no cambió su actitud hacia sus acusadores: la oración y el perdón caracterizaron su comportamiento ".

La Virgen María siempre ha estado presente en su vida

"Ahora que descansa en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, ha coronado su sueño de querer estar para siempre junto a la Virgen María en el corazón del santuario más querido por los argentinos. A ella miraba como modelo para seguir fielmente a Cristo, a ella le pedía las gracias necesarias para su vida sacerdotal y en el ejercicio de su ministerio episcopal, a ella le ofreció las necesidades de la gente para que intercediera ante Dios. "
En este sentido, Parolin recordó las palabras elocuentes en su testamento: "Doy gracias al Señor que me hizo entender el misterio de María en el misterio de Jesús y porque la Virgen ha estado presente en mi vida personal y en mi ministerio. A ella le debo todo. Confieso que la fecundidad de mi palabra se la debo a ella. Mis grandes días, de cruz y alegría, siempre le han sido fechas a Marianas".

Al servicio de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada
"A María - concluyo Parolin - miraba también en su servicio a la Iglesia en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Siempre fue un verdadero padre y amigo de muchos hombres consagrados y consagradas que encontraron en él un apoyo irremplazable ".

Homenaje en Roma (20° aniversario)

Con motivo del 20° aniversario 
del fallecimiento del Cardenal Pironio 
tuvo lugar en Roma un homenaje en el día 
de la ordenación episcopal del purpurado 


TODAS LAS PONENCIAS EN ESPAÑOL:


INTERVENCIÓN DEL CARDENAL PAROLIN (SECRETARIO DE ESTADO, EN ESPAÑOL)

INTERVENCIÓN DEL CARDENAL SANDRI (EN ESPAÑOL)

INTERVENCIÓN MONS. MALFA

INTERVENCIÓN MONS. VÉRGEZ (EN ESPAÑOL)

INTERVENCIÓN MARÍA GRAZIA TIBALDI (ACCIÓN CATÓLICA, EN ESPAÑOL)




Twitter Cardenal Sandri







Lo siguiente son las crónicas periodísticas 
del encuentro en el Palacio San Calixto


OSSERVATORE ROMANO
30 de mayo. (traducción del italiano por Nuria para "Cardenal Pironio Blog")

Hace veinte años moría el Cardenal Eduardo Francisco Pironio. Por ello la embajada argentina ante la Santa Sede organizó el miércoles 30  de mayo una jornada conmemorativa del Siervo de Dios en Palacio San Calixto. Publicamos a continuación extracto de las reflexiones del cardenal secretario de estado que dió la introducción a la jornada, del cardenal prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales que después de haber celebrado la misa para los participantes expositores en la iglesia de Santa Maria della Scala, abrió la sesión dedicada al legado espiritual del purpurado argentino, y también del obispo secretario general de la gobernación del Estado Ciudad del Vaticano que fue el primero en tomar la palabra refiriéndose a la vida y la actualidad del Cardenal Pironio.


ACI PRENSA
31 de mayo de 2018
Cardenal Parolin recuerda en Roma 
al Siervo de Dios argentino Eduardo Francisco Pironio

En Roma, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, recordó la figura del Siervo de Dios argentino Eduardo Francisco Pironio en ocasión del vigésimo aniversario de su muerte en una conferencia en la que destacó su amor por los necesitados y su actitud frente al cáncer.

En el acto, que estuvo organizado por la Embajada de la República Argentina, el  Cardenal destacó que “de él se entreveía aquella serenidad que sólo la amistad con Dios puede alimentar”. "Se entreveía otra dimensión, aquella de la unión con Cristo”, que era “todo para él y el conjunto de todas las cosas”, “era la razón de su vida”.


El Secretario de Estado se refirió también a la enfermedad que sufrió y durante la cual fue “consciente de que la Cruz es fuente de vida y no de muerte”, lo que se ve reflejado en sus palabras en las que “se transparentan además de la confianza incondicional en la Providencia, el sentido de gratitud a Dios, como Aquél que dona y quita en vista de un bien mayor”, subrayó.

“La Cruz se transformó para él en felicidad, como instrumento de salvación” y “estuvo siempre junto a quienes estaban necesitados y vivían en el sufrimiento. Fue el compañero de viaje de tantos pobres, de tantos desesperados, de las clases más desfavorecidas”, defendió.

Sobre su labor misionera, recordó que quiso “llevar el Evangelio entre quienes se encontraban en las situaciones más difíciles. La suya era la presencia de Cristo en medio del mundo. Era como la caricia de Dios para tantas personas que se dirigían a él y que sabían que encontrarían un padre y un hermano”.

El Cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio fue declarado por Benedicto XVI Siervo de Dios el 23 de junio de 2006.




LA NACIÓN 
30 de mayo 2018

ROMA.- A veinte años de su muerte, la figura del cardenal argentino Eduardo Pironio fue recordada hoy por altos prelados del Vaticano en una jornada especial para honrar su memoria, organizada por la embajada argentina ante la Santa Sede.


"Los que conocieron a Pironio saben que irradiaba una serenidad que sólo la amistad con el Señor puede dar. Impresionaba la atención que le daba a cada uno como si fuera la única persona. Se podía entrever su unión con Cristo: Cristo para él era todo, era la razón de su vida", destacó el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y segundo del Papa, que abrió la conferencia.

Al igual que los otros expositores -introducidos por el embajador argentino ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter-, Parolin recordó las características que tuvo esta gran figura de la Iglesia argentina, pero también de la curia romana, muy similares a las del actual Pontífice. "Pironio siempre estuvo del lado de los crucifijados, fue compañero de viaje de tantos pobres, tantos desesperados, que encontraban en él un padre y un hermano. Su puerta siempre estaba abierta. Quería involucrar a todos en la evangelización", elogió Parolin.
[...]

"Era profético su modo de describir la situación que se vivía en la Argentina y en otros países del continente de violencia, desigualdad social, injusticia: al mismo tiempo aires de liberación y búsqueda de soluciones nuevas", subrayó el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, representante de la Conferencia Episcopal Argentina en la jornada, que fue secretario de Pironio cuando fue obispo de Mar del Plata. "Como obispo latinoamericano Pironio conoció la cruz que carga un padre que no tiene alimentos suficientes para sus hijos, la madre de un hijo desaparecido y un joven desocupado", indicó Malfa.

Tal como recordó el obispo italiano Renato Boccardo, que colaboró con él en la realización de diversas JMJ, cuando san Juan Pablo II lo nombró en 1984 presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, el propio Pironio confesó que "me parecía haber retrocedido a un cargo de serie B". Pero que más tarde se dio cuenta de que eso había sido una "promoción, porque los laicos son la mayoría del pueblo de Dios".

El cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, que conoció a Pironio cuando era rector del seminario donde se formó, leyó la afectuosa carta que le escribió para su ordenación sacerdotal, en diciembre de 1967, cuando le deseó que su vida fuera "sencillamente una permanente presencia de Cristo entre los hombres". "Auspiciamos que su camino de beatificación pueda proceder sin ninguna dificultad ".

Sonrisa y sintonía con los jóvenes
El cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio y ex secretario de Estado durante el pontificado de Juan Pablo II, destacó la estima que le tuvo el papa polaco a "esta gran figura de pastor que contribuyó mucho a hacer bello el rostro de la Iglesia" y su rol clave en las JMJ.

Todos los expositores recordaron no sólo la sonrisa, espiritualidad y sintonía con los jóvenes de Pironio, sino también el hecho de que, tanto en América latina, como en Roma, fue muy criticado, incluso calumniado. Pero que él siempre reaccionó a eso con mansedumbre y perdonando a sus enemigos. "Podemos decir con franqueza que no siempre fue bien comprendido ni en América latina, ni en Roma, por su trato y decisiones, pero esto no debe escandalizarnos", admitió Sandri.

El arzobispo español Fernando Vérgez Alzaga, que durante 23 años fue secretario personal de Pironio y que fue nombrado por Francisco secretario general del Governatorato -la administración central del Estado del Vaticano-, evocó en forma muy emotiva la entereza con la que enfrentó la enfermedad, un cáncer de huesos y la muerte, el 5 de febrero de 1998, a los 77 años. "El cardenal aceptó la enfermedad, pero no en forma pasiva: luchó contra ella, se preguntaba por qué y su conclusión era siempre la misma: la oración aprendida en friulano, que decía ' El Señor sabe lo que hace, si el Señor quiere que sea así, la Virgen está contenta, sigamos adelante'. No es resignación, sino esperanza cristiana", contó. "Pese a los fuertes dolores, pidió que no se permitiera la suministración de morfina si no era estrictamente necesario. Nunca sentí que se quejara, sino que se rindió totalmente en manos del Señor. Nos falta un sabio y un amigo".

El padre argentino Augusto Zampini, director del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que no lo conoció, subrayó finalmente la actualidad del mensaje de Pironio, "su amor por los pobres, que remarcaba que había que aprender a leer los signos de los tiempos y que no hay que mirar los síntomas, sino las causas y que esto da esperanza de cambio". "Pironio hablaba de una Iglesia en camino, Francisco de una iglesia en salida".

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Fuente: La Nación & Aciprensa

El Cardenal Sandri recuerda al Card. Pironio



Discurso del Cardenal Leonardo Sandri 
durante la Jornada en memoria del Siervo de Dios 
Cardenal Eduardo Pironio
 (Palacio San Calixto, Congregación para las Iglesias Orientales)

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JORNADA EN MEMORIA DEL SIERVO DE DIOS CARDENAL EDUARDO PIRONIO

[Texto original en Italiano. Fuente Osservatore Romano. 
Traducción al español: Nuria para cardenaleduardopironio.blogspot.com.ar]

Roma, Miércoles 30 de mayo de 2018

El Cardinal Leonardo Sandri prefecto de las Iglsias Orientales participó hoy en la primera parte de la jornada organizada por la Embajada Argentina ante la Santa Sede para recordar la figura del Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio en el vigésimo año de su muerte. 

En la apertura el Cardenal Sandri presidió la celebración eucarística en la Iglesia de Santa Maria della Scala concelebrada por el Arzobispo de Spoleto Norcia Monseñor Renato Boccardo, el Secretario General de la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano Monseñor Fernando Vérgez y el obispo de Chascomús Monseñor Malfa entre otros prelados. 



INTERVENCIÓN DEL CARDENAL SANDRI
Agradezco al embajador Rogelio Pfirter por la organización de esta jornada que nos ofrece la oportunidad de reavivar la memoria del Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio del cual aspiramos que el camino a la beatificación proceda sin dificultad. Y por medio de los trabajos de esta mañana se permitió de encontrarnos muchos de los que estamos vinculados a su memoria en las diversas etapas de su servicio sacerdotal y episcopal.
Hoy he tenido la oportunidad de de ofrecer una reflexión en la homilía de la Santa Misa celebrada esta mañana en el cual me he limitado a recoger un trozo de la personalidad del Cardenal Pironio, aspectos enmarcados en  su "legado" que es el tema de la primera sesión de esta jornada. 
Tuve la alegría de poder tenerlo al lado mío durante mi camio de formación en el seminario por algunos años al por entonces rector Eduardo Pironio antes de que fuera obispo auxiliar de La Plata.  Desde ese lugar, unos días antes de mi ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el 2 de diciembre de 1967, Mons. Pironio me escribió una tarjeta de felicitación que todavía guardo cuidadosamente, y me emociona volver a leer justo después de la celebración de mi Jubileo oro sacerdotal.


“Muy querido Sandri: ¡ qué alegría saber que dentro de muy poco, serás sacerdote! Cómo siento revivir en el tuyo, fresco y generoso, la alegría de mi propio sacerdocio! Te encomiendo a la Virgen de un modo especial. Ella – bajo la acción del Espiritu – formará en ti al nuevo Cristo. Yo deseo que tu vida sea sencillamente eso: una permanente presencia de Cristo entro los hombres. He vivido y sufrido mucho en mi larga vida sacerdotal. Por eso tengo cierto derecho a decir que me siento felicísimo de ser sacerdote y que las almas no esperan otra cosa de nosotros más que al “hombre de Dios”.
Te ofrezco de corazón la sencillez de mi oración, la alegría de mi cruz y la sinceridad de mi cariño de hermano y amigo. Y te ruego me encomiendes al Señor en tus dos grandes fechas y me bendigas. Con Cristo y María Santísima. + E. Pironio”

Cualquiera de nosotros aquí presente y muchos otros ha podido conocer en diferentes encargos de responsabilidad , al interno del episcopado argentino y latinoamericano primero y después en la curia romana, y no obstante la fatiga que ha debido afrontar... todos lo recordamos con una profunda paz de corazón y una sonrisa que no estaba solo en los labios sino en la mirada, como viniendo del corazón.



Twitter del Cardenal Sandri. En la foto con solideo rojo. 
Creo que puedo decir con franqueza que esto podría suceder porque siempre ha mantenido clara la conciencia de la fuente, su sacerdocio: es tan singular como dice en la nota dirigida a mí, haber vivido y sufrido mucho en la vida sacerdotal ... y por esto estar muy feliz de ser un sacerdote
Alguien hoy duda al oír definir al sacerdote de acuerdo con la definición "alter Christus ", pero cuando nos enfrentamos con figuras como la del Cardenal Pironio entendemos que este miedo no tiene fundamento: una base profunda en el Señor Jesús que nos lleva a asumirlo como el Maestro, una gran atención humana, simple, concreta y cotidiana, a la vida de los hombres que se le han confiado.
Recuerdo entonces las conversaciones que el Padre Pironio tuvo con nosotros seminaristas personalmente, visitándonos en las habitaciones, preguntándonos por la vida, estudios y también tratando de encontrar a las familias que pudieran ayudarnos económicamente. 
En esos diálogos, lo recuerdo, insistiendo en desarrollar en nosotros la devoción a Nuestra Santísima Madre, como garantía de fidelidad de nuestro futuro sacerdocio.
Un rector que sabía cómo tomar decisiones - como  en el caso de un seminarista que fue despedido por un episodio grave de indisciplina -  pero también pudo mantenerse cerca de nuestro crecimiento superando las barreras formales, como cuando estaba de vacaciones en la Casa de Verano del Seminario (en Pilar) vino con nosotros al río Luján y subió con nosotros en los botes para dar un paseo en el agua, que para esos momentos estaba fuera de lugar aunque imposible pensar siquiera.
Y también en los años siguientes, cuando ambos estábamos en Roma, recuerdo muchos episodios que exaltan su espíritu sacerdotal: entre otros, la delicadeza con la que cuidó a su hermano Ángel, incluso durante la enfermedad, y la amistad mostrada hacia el cardenal Quarracino, hospitalizado en el Fatebenefratelli por un derrame antes de tomar el vuelo de regreso a Buenos Aires, que también quería venir a Primeros Auxilios con Monseñor Manuel Fernández (Manolo) y conmigo. El " sello sacerdotal" de la encomendación del Cardenal Pironio a la Virgen María,  lo tengo con aprecio en mi casa, representado en esa imágen de madera de la " Val Gardena" de la Virgen del acompañamiento que él me regaló cuando me iba para Venezuela como Nunzio, en 1997; esa fue nuestro último encuentro.
Podemos decir francamente que el Cardenal Pironio no siempre ha sido bien comprendido en su trato y ni en sus elecciones, tanto en América Latina como aquí en Roma: esto no debería escandalizarnos o hacernos partidarios al dividirnos entre nosotros en bandos como el mundo (y tal vez - diría que le gustaría al escritor Benson amado y citado por el Papa Francisco - el patrón del mundo -, debemos cruzar cada tormenta con la serenidad que tenía el Siervo de Dios. Es decir, la Iglesia es de Cristo y él se queda en el barca para hacernos enfrentar el mar de la misión, trayendo su Evangelio. Gracias.


SANTA MISA - HOMILÍA CARDENAL SANDRI

Excelencias reverendísimas
Excelencia señor embajador 
Reverendos sacedortes, religiosos y religiosas
Hermanos y Hermanas en el Señor


"La hierba se seca, las flores caen, pero la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la Palabra del Evangelio que les ha sido anunciada "

1. Las palabras del Apóstol Pedro proclamadas en la primera lectura nos introducen a la celebración de esta Eucaristía, centro y cumbre del día en conmemoración del Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio por cuya organización agradecemos a la Embajada argentina ante la Santa Sede y en particular SE Sr. Rogelio Pfirter, a quien saludo cordialmente.
2. Han pasado 20 años desde la muerte del Cardenal Pironio, y nuestro encuentro no está marcado por la tristeza de su falta, sino que se convierte en acción de gracias por la vida de este gran hijo de la Iglesia e hijo de nuestra querida tierra. , Argentina, pero también de Italia, una tierra de origen, como para muchos de nosotros, de su familia.
La vida del hombre se consume dentro y fuera, pero ¿cuántos deja conquistar, y guiar por la Palabra del Señor crucificado y resucitado para convertirse en signo y a la vez en sembradores de esperanza incorruptible conquistada a un alto precio por por Cristo. Esos son como "chispas en el rastrojo, corriendo de aquí para allá", centrándose en todo el mundo, como el Libro de la Sabiduría cuando habla del destino de los justos, la expresión en un sentido, tomado de San Juan Pablo II frente a los jóvenes en Vigilia en Tor Vergata en agosto de 2000, durante su jubileo y Jornada Mundial de la Juventud. Un fuego, el de Dios, diferente de los muchos fuegos mortales humanos -de poderes políticos o económicos que se encienden y apagan con gran facilidad, recayendo a veces las consecuencias sobre la población - y lejos de los fuegos destructivos de la violencia, abusos y devastación que podemos diseñar y diseminar: un fuego en lugar de purificación, que calienta e ilumina el corazón, porque le recuerda haber sido creado por Dios y estar inquieto hasta que descanse en él.
3. El cardenal Eduardo se dejó el primero encender por la chispa de Pentecostés, y dejo que ardía en él, en todas las etapas de su vida humana y sacerdotal: aquí recuerdo su etapa como rector del seminario - donde tuve la alegría de tenerlo yo mismo como guía - y después obispo auxiliar de la Plata y el obispo de Mar del Plata (aquí recordar que mañana será el 54 aniversario de la ordenación episcopal, que tuvo lugar en el Santuario de Luján, celebración en la cual tuve la alegría de participar) así como también Secretario general y Presidente del Episcopado Latinoamericano (CELAM), prefecto de la Congregación para los religiosos y luego Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, teniendo el mérito de ayudar a San Juan Pablo II a realizar los eventos memorables de la Jornada Mundial de la Juventud. 
Todavía hoy hay necesidad de la luz de Dios en la formación de los sacerdotes, dentro de las Conferencias Episcopales, tanto a nivel local como en las asambleas nacionales, continentales y universales, se siente la exigencia de que la vida religiosa sea siempre luminosa y signo de anticipo de la vida futura en Dios. Más aún ahora ayudar a los jóvenes a que no pierdan el camino de la vida, a no temer el esfuerzo para seguir ese camino, para detectar la dirección y los pasos a seguir, sintiéndose parte de la gran familia de la Iglesia, tal como lo experimentamos en particular en el Sínodo de Obispos de octubre bajo la guía del Papa Francisco. Estamos seguros de que en todas las áreas que he mencionado, que son aquellos de la vida y del servicio sacerdotal del Siervo de Dios Cardenal Pironio, él continúa ofreciendo su intercesión, uniéndose a la de María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia.
4. La chispa de la luz de Cristo brilla en nuestros corazones, pero esa chispa, sabemos, corresponde a una gracia a un alto precio, no solo para Jesús, sino también para todos aquellos que quieren disponerse con alegría y determinación para seguirlo: el Evangelio evocada por un lado el anuncio de la pasión hecho a los discípulos saliendo a Jerusalén, y por el otro el cáliz de la pasión que los apóstoles son llamados a beber capaz de darse a la verdadera grandeza, que es la del Maestro que sirve inclinado hacia los hermanos en lugar de sentarse en un trono. Ser discípulos es difícil, en el desafío de la fidelidad cotidiana, dentro de los obstáculos de la vida y quizás los malentendidos que puedan surgir de los hermanos e incluso de la Iglesia misma, pero si sigues mirando a Cristo, el peso de la carga se convierte en un yugo dulce, porque junto con él ... 
El cardenal Pironio lo sabemos, él también cruzó algunos valles oscuros, pero no tuvo miedo, repitiendo dentro de sí mismo la palabra del Salmo: ¡No temo a ningún mal, porque Tú estás conmigo! La paz y la alegría interior que se podía ver en sus ojos, en su sonrisa y en el trabajo infatigable por el Reino de Dios fueron su signo, y siguen siendo un regalo precioso para cada uno de nosotros.
5. El cardenal Pironio ciertamente se regocijó y continúa regocijándose al ver en el trono de Pedro a un hijo de Argentina, que se convirtió en padre de todos: rezamos por el Papa Francisco y por cada uno de nosotros, para que sostenidos por el ejemplo del Siervo de Dios también podamos también nosotros convertimos en sembradores de esperanza, ser chispas que ponen el fuego de Dios en el mundo, sabiendo cómo enfrentar sin temor los errores, los desafíos y los obstáculos que todos los días se nos presentan. 
Amén.
Cardenal Leonardo Sandri 


[Texto original en Italiano. Fuente Osservatore Romano. 
Traducción al español: Nuria para cardenaleduardopironio.blogspot.com.ar. 
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