Mar del Plata , Octubre 1996
Clase Magistral del Cardenal Eduardo Pironio a los periodistas católicos reunidos en Mar del Plata.
El congreso intitulado "El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la comunicación", contó con la presencia del arzobispo John Foley experto en comunicación y por entonces presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. Al encuentro asistieron cerca de 1500 comunicadores de toda la Argentina, el congreso inédito en nuestro país también contó con la presencia de 18 obispos (Laguna, Arancedo, Giaquinta, Maccarone, Rómulo García, Maulión, entre otros), el mencionado Monseñor Foley y el encargado del departamento de comunicación del CELAM Monseñor Juan Luis Ysern. La comisión de comunicación social de la episcopal argentina estuvo a cargo de Monseñor Casaretto (obispo de San Isidro) y estaba integrado por el sacerdote Jorge Oesterheld, la periodista Laura Moreno y la socióloga Lía Zervino.
El Cardenal Pironio hizo incapié en la vocación del comunicador social, el anunció de la buena nueva, la Iglesia misionera y del tercer milenio. En la voz de Pironio se delinean las principales estrategías de los comunicadores sociales del tercer milenio.
En el video podemos escuhar el audio de la exposición de Pironio compilado con fotografías del Siervo de Dios.
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A continuación Crónicas periodísticas del Congreso
Nota I
La Nación edición impresa del sábado 05 de octubre de 1996
Etica, medios y compromiso
Más de 1400 personas
se reunieron ayer para poner en el centro del debate el papel de los
comunicadores sociales vinculados con la Iglesia.
El encuentro, que
comenzó el jueves en esta ciudad en el marco del Primer Congreso de
Comunicadores Católicos que concluirá mañana, tuvo ayer, en su segunda jornada,
la palabra del cardenal Eduardo Pironio, quien se refirió a los desafíos de los
comunicadores de la Iglesia ante el tercer milenio. "La verdad no se
inventa ni se calla -dijo Pironio-; los periodistas católicos deberán ser los
profetas de la esperanza, pero esto no significa vivir ciegos ante los
difíciles problemas del mundo, sino aproximarse a ellos con otro punto de vista."
Más adelante, Pironio lamentó que "la Iglesia tenga miedo, que no sepa
escuchar para poder anunciar, que se mantenga en la pura defensa de la verdad y
no se comprometa en la audacia de la profecía".
El obispo de Mar del Plata, José María Arancedo, dijo que
"la tarea consiste en ayudar al hombre y a la mujer a formarse una
conciencia crítica frente a los medios que les permita, en un contexto
pluralista, discernir los valores auténticos y tomar una actitud de
responsabilidad ética y de compromiso social".
En la videoconferencia posterior, organizada por periodistas
de España, Perú y Chile, se expresó que "existen grupos que quedan de
lado, por lo que hay que oponerse al monopolio de la propiedad de los
medios".
Nota II
La Nación, Martes 08 de octubre de 1996 | Publicado en edición impresa
Por Bartolomé de Vedia
La Iglesia busca el diálogo con la sociedad
MAR DEL PLATA.- La
convicción generalizada de que la Iglesia debe crear canales de comunicación
cada vez más amplios y participativos, que dinamicen y profundicen su diálogo
con la sociedad, fue el resultado más evidente del I Congreso de Comunicadores
Católicos, que se desarrolló entre el jueves y el domingo últimos en Mar del
Plata. Los miembros de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, que
preside el obispo Jorge Casaretto, no ocultan su satisfacción por las notables
proporciones que adquirió este primer encuentro, en el que participaron
periodistas y agentes comunicadores de todas las regiones del país.
UNA GRAN MOVILIZACIÓN
Varios factores se conjugaron para que el congreso se
convirtiera en una experiencia fecunda y movilizadora:
- El número
sorprendentemente elevado de participantes. Se inscribieron más de mil quinientos comunicadores, una cifra que
superó largamente las previsiones de los organizadores. Los asistentes se
alojaron en 18 hoteles, casas de familia y cinco colegios.
- El hecho de que el encuentro haya convocado a
periodistas ampliamente conocidos -como Magdalena Ruiz Guiñazú, NelsonCastro, Oscar RaúlCardoso, José María Pasquini Durán,
José Ignacio López, Washington Uranga, Alberto Muney, Santiago Pita Romero,
Fernando Flores, Gonzalo Peltzer, Tito Garabal o José María Poirier- y, al
mismo tiempo, a los redactores de modestos boletines eclesiásticos o de remotas
FM parroquiales de los más olvidados rincones del país. Hubo quien recorrió
3100 kilómetros para llegar al congreso.
- La
llamativa variedad de revistas, periódicos y otras publicaciones católicas
exhibidas y de otras iniciativas, como grabaciones en CD ROM, videos o una
muestra de 1300 libros.
. El entusiasmo y el espíritu participativo que
imperaron durante los espacios de reflexión abiertos por el congreso y la
coincidencia generalizada en favor de una revitalización del diálogo de la
Iglesia con la sociedad, sobre la base de una actitud de apertura informativa
en la que se comprometan los laicos y no sólo los niveles jerárquicos de la
Iglesia.
En el acto de clausura, Casaretto afirmó que el congreso
había marcado la necesidad de un cambio que permita superar los métodos con que
los católicos han venido trabajando desde los tiempos del Concilio de Trento
(sin que esto implique desmerecer lo que ese lejano concilio significó
históricamente) y que ayude a introducir de lleno a la Iglesia en la cultura
pluralista de este tiempo. "Es necesario que aprendamos a pensar,
definitivamente, que la evangelización la tenemos que hacer con la fuerza del
Evangelio y no con la fuerza de los poderes establecidos", afirmó Casaretto.
PIRONIO, UNA PRESENCIA FUERTE
La participación de 18 obispos -Laguna, Arancedo, Giaquinta,
Maccarone, Rómulo García, Maulión, el secretario del Departamento de Comunicación
del Consejo Episcopal Latinoamericano, el chileno Juan Luis Ysern, entre otros-
y, sobre todo, la presencia del cardenal
Eduardo Pironio, cuyo liderazgo espiritual mantiene plena vigencia entre
los argentinos, y particularmente entre los marplatenses, como se puso de
manifiesto en cada una de sus apariciones públicas, contribuyeron a dar
animación y realce al encuentro. Un buen
comunicador es siempre un contemplativo, dijo Pironio, un hombre que escucha
siempre a Dios y al hombre. Casaretto se refirió a los principales desafíos
que el congreso deja planteados: "La exigencia de que la Iglesia avance
hacia una mayor profesionalización en materia informativa, la necesidad de una
mayor valoración de los medios masivos por parte de la comunidad católica y,
por último, la decisión de crecer en espiritualidad, porque -como dijo el
cardenal Pironio en este mismo encuentro de Mar del Plata- no podemos
transmitir lo que no vivimos".
Click Aquí para descargar en PDF el Texto de la ponencia del Cardenal Pironio, aunque el texto publicado no coincide en su totalidad con la alocución hecha por Pironio en Mar del Plata debido a que No se trata
de una transcripción del audio.
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de una transcripción del audio.
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