Oración al Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio

Oración al Siervo de Dios Cardenal Eduardo Pironio
PEDIR favores al Siervo de Dios. DESCARGAR estampas para imprimir

TESTAMENTO ESPIRITUAL

TESTAMENTO ESPIRITUAL
Cardenal Pironio / Testamento Espiritual

+

***
**
*

Entrada destacada

UN PASO MÁS CAMINO A LOS ALTARES

ROMA: CONCLUYÓ LA FASE DIOCESANA DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN  DEL SIERVO DE DIOS EDUARDO CARDENAL PIRONIO 11 DE MARZO DE 2016  ...

viernes, 24 de abril de 2015

Romero y Pironio en Vaticano


Sus encuentros en el Vaticano


En su Diario Monseñor Romero dejaba plasmado todas sus actividades e impresiones más importantes, allí también quedaron sus encuentros con el Cardenal Pironio en Vaticano entre 1978 y 1980. Los problemas en El Salvador son muchos, la inminente guerra civil, las infamias hacia Romero que llegaron via Nunciatura a Roma acusandolo de "comunista" y sumado a ello la desobediencia del clero y del obispo auxiliar para con el arzobispo Romero...


JUNIO DE 1978 - PABLO VI
Romero junto con otros obispos de El Salvador viajan a Vaticano. Allí Monseñor Romero mantiene una entrevista con el Card. Baggio prefecto de la Congregación de obispos, acerca las acusaciones en su contra (difamaciones, cartas que fueron enviadas a la Santa Sede acusándolo de comunista, de formar mal a los sacerdotes y de estar en contra del Papa)
Romero y otros obispos consiguen presenciar la Audiencia general y después mantienen una audiencia privada con Pablo VI (21 de junio de 1979, XV aniversario de la elección de Pablo VI)
El Papa nos hizo sentar a un lado y otro de él y dirigiéndose a mí en particular, me estrechó la mano derecha y me la retuvo entre sus dos manos largo rato, yo también estreché con mis dos manos las manos del Papa. Hubiera querido para ese momento una fotografía que expresara esa íntima comunión de un Obispo con el centro de la unidad católica.


Su Santidad Pablo VI y Monseñor Romero en 1978


Y teniéndome así las manos, me habló largamente. (…)  las ideas dominantes de esas palabras fueron estas: "Comprendo su difícil trabajo. Es un trabajo que puede ser no comprendido, necesita tener mucha paciencia y mucha fortaleza. Ya sé que no todos piensan como usted, es difícil en las circunstancias de su país tener esa unanimidad de pensamiento, sin embargo, proceda con ánimo, con paciencia, con fuerza, con esperanza". Me prometió que rezaría mucho por mí y por mi Diócesis. Y que hiciera todo esfuerzo por la unidad. Que si en algo podía él personalmente servir, que con gusto lo haría. 

Le expresé mi adhesión inquebrantable al magisterio de la Iglesia. Y que en mis denuncias a la situación violenta del país, siempre llamaba a la conversión y me mostraba compasivo con los que sufrían, con las familias de las víctimas, y al mismo tiempo que hacía la denuncia del pecado, llamaba a conversión a los pecadores. El Papa repitió que oraría mucho por nosotros, y que le dijéramos qué podía hacer él para ayudarnos (…) 
Y por último nos dijo: "Vamos a tomar una fotografía". Y entró el fotógrafo para darnos este gusto del Santo Padre, que era nuestro gran deseo, tener unos testigos en imágenes de aquel momento inolvidable. (…) 





Pablo VI y Monseñor Romero en 1978
Creo que este solo momento bastaría para pagar todo esfuerzo de venir a Roma: Reconfortarse en la comunión con el Papa, iluminarse con sus orientaciones. Naturalmente, el Papa mismo lo indicó, tendrán que tratar con la Sagrada Congregación, especialmente, nos mencionó la Secretaría de Estado, Monseñor Casaroli que será el que dialogará conmigo, cuando me señale la audiencia de la Secretaría de Estado. Porque el Papa en su breve mensaje, sentía yo, que estaba muy informado de la situación y quería que dialogáramos más a fondo los problemas concretos con sus Secretarías diferentes. Pero la palabra de él que es la básica en esta comunión, es una palabra de esperanza, de aliento y, como he dicho, me ha confirmado en mi voluntad de servir con amor a nuestro pueblo desde la Iglesia de Jesucristo. En esta audiencia entregué al Santo Padre (…) bajo sobre reservado un memorándum. 


LUNES 26 DE JUNIO DE 1978 - PIRONIO
A las once de la mañana teníamos cita con el cardenal Pironio. Fue un gusto encontrar a este gran amigo de los obispos de América Latina, elevado al cargo de Cardenal Prefecto de la Congregación para los religiosos y mantener siempre aquel espíritu de sencillez y de humildad, de amistosa acogida, con que supo responder sabiamente a varias consultas que le hicimos acerca de la vida religiosa, de las religiosas en el trabajo parroquial. A lo cual se refirió cuando dijo que las religiosas con tal que cumplieran bien estas tres cosas: un amor a Jesucristo, una fidelidad a sus carismas y un servicio bien adecuado a la iglesia particular donde trabajan, están desarrollando plenamente su vocación.
Le pregunté también acerca de las corrientes de la iglesia y acerca de la reunión de obispos en Puebla. A todo supo darnos esa respuesta de apertura con que él ha llevado siempre su palabra de orientación.
El cardenal Pironio, ya para despedirnos, me dijo, cuando yo le dije que era acusado de ser instrumento del comunismo en América Latina, me dijo: << No me extraña puesto que hasta un libro han publicado con el título de Pironio, Pirómano>>.
Entonces es herencia de todos los que quieren predicar la justicia social y promoción de nuestra América Latina.

ENERO DE 1979
CELAM III ASAMBLEA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO 
(PUEBLA 1979)
Asiste a la III Asamblea del CELAM, en el marco de la visita de Juan Pablo II a México. Monseñor Romero concelebrará con el Papa en la Basílica de Guadalupe y en el Seminario de Puebla donde el pontífice clausuro la conferencia.
Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe 1979



JUEVES 25 DE ENERO DE 1979
Después ya eran casi las cinco de la tarde, me llevaron al seminario Palafoxiano, sede de la tercera conferencia general del episcopado latinoamericano (…) hay ya muchos cardenales, arzobispos, expertos, sacerdotes, laicos, diáconos, religiosas (….) de regreso al seminario me encontré con varios obispo conocidos: el cardenal Pimatesta, que fue compañero mío de colegio (…)

MIÉRCOLES 31 DE ENERO DE 1979 - PIRONIO
Este día se consagrará a la vida religiosa. Por eso la eucaristía la preside el cardenal Eduardo Pironio, prefecto de la sagrada congregación para los religiosos e institutos seculares, que anteriormente fue presidente general del CELAM, un prelado sumamente estimado en la reunión de Puebla. Su homilía, con la unción que le caracteriza, animó a una gran espiritualidad del Cuerpo Místico de Cristo, en el cual se destaca la vida religiosa por su seguimiento del Señor.

MAYO DE 1979
Visita a vaticano, audiencia con el papa Juan Pablo II, para nuevamente aclarar su situación.

JUEVES 3 DE MAYO DE 1979 - PIRONIO
El Cardenal Pironio le concede una entrevista, “más bien, en carácter amistoso”.

LUNES 7 DE MAYO DE 1979 - JUAN PABLO II
Amanecí terminando la preparación de los documentos que pienso entregar en la audiencia del santo padre. Se trata de cuatro informes de comisiones extranjeras que han llegado a El Salvador a estudiar la situación del país. Se trata de documentos de solidaridad de denuncia también mi postulación al premio Nobel, y otros que han surgido después de la visita apostólica de monseñor Quarracino para completar dicha visita. Le llevo también la carta escrita en noviembre y que dude si se la entregaron. 
A las doce y veinte minutos fui recibido en audiencia privada por el Santo Padre. 
Después de entregarle, con una breve explicación cada uno de los siete folders, el Papa comenzó a comentar (…) Confesó que es muy difícil una labor pastoral en el ambiente político en que me toca actuar. Recomendó mucho equilibrio y prudencia, sobre todo, al hacer las denuncias concretas, que era mejor mantenerse en los principios, porque era riesgoso caer en errores o equivocaciones al hacer las denuncias concretas. (…) Se refirió al informe de la visita apostólica de monseñor Quarracino, el cual reconoce una situación sumamente delicada y quien recomendó como solución a las deficiencias pastorales y a la falta de unidad entre los obispos, un administrador apostólico sede plena.  Al terminar la visita, en que me dió oportunidad de exponer mi pensamiento y él también expuso sus criterios, me invitó a tomarnos una fotografía y me entregó algunos obsequios piadosos. 

SS. Juan Pablo II y Monseñor Romero - Audiencia 1979



(…) yo salí complacido por este encuentro, pero preocupado por advertir que influía una información negativa acerca de mi pastoral, aunque en el fondo recordé que había recomendado "audacia y valor, pero al mismo tiempo, mesurada por una prudencia y un equilibrio necesario". Aunque mi impresión no fue del todo satisfactoria, a primera vista, creo que ha sido una visita y una entrevista sumamente útil ya que ha sido muy franco y yo he aprendido a que no se debe esperar siempre una aprobación rotunda, sino que es más útil recibir advertencias que pueden mejorar nuestro trabajo.


MIÉRCOLES 9 DE MAYO DE 1979 - PIRONIO
Me dirigí luego a visitar a monseñor Pironio con quien había concertado una audiencia para las once y media de la mañana. El tráfico, en las cercanías del Vaticano, se hacía imposible. (…)
Pero con unos pocos minutos de retraso, llegue y todavía tuve que esperar un poco al cardenal Pironio, quien me acogió en una forma tan fraternal y cordial que, este solo encuentro, bastaba para colmarme de consuelo y de ánimo. 
Le expuse confidencialmente mi situación en mi diócesis y ante la santa sede. 
Me abrió su corazón diciéndome que él también tiene que sufrir, como siente profundamente los problemas de América Latina y que no sean del todo comprendidos por el Ministerio Supremo de la Iglesia y sin embargo, hay que seguir trabajando, informando lo más que se pueda, la verdad de nuestra realidad. Y me dijo; << lo peor que puedes hacer es desanimarte. ¡Ánimo Romero!>>, me dijo muchas veces. Y agradeciéndole otras consultas, una conversación larga y fraternal, me fui, dejándome en el corazón una nueva fortaleza de mi viaje a Roma.

ENERO DE 1980
Monseñor Romero viaja a Bélgica para dictar una conferencia y recibir el doctorado Honoris Causa Universidad de Lovaina de Bélgica, antes hace una escala en Roma para visitar la congregación de obispos y la Secretaria de Estado para informarse acerca de los resultados de la visita apostólica que le había hecho el cardenal Lorscheider a El Salvador para evaluar su desempeño pastoral.


MIÉRCOLES 30 DE ENERO DE 1980 -PIRONIO
Luego, hablé con el cardenal Pironio, que fue para mí una breve, pero muy animadora entrevista.
Me dijo que él mismo quería verme para comunicarme con alegría que la visita del cardenal Lorscheider había sido muy positiva y que el Papa mismo tenía un informe muy bueno acerca de mí. El cardenal Lorscheider le había dicho al cardenal Pironio, que yo tenía razón en El Salvador, que la cosa era muy difícil y que era yo quien miraba claro las circunstancias y el papel de la Iglesia y que había que ayudarme. Supongo que esto es una síntesis de lo que platico acerca de su viaje por El Salvador el cardenal Lorscheider.
Le agradecí mucho al cardenal Pironio y también lo animé, porque él también me dijo que sufría mucho, precisamente, por este esfuerzo a favor de los pueblos de América Latina, y que me comprendía perfectamente. Me recordó una frase del Evangelio que él le da una explicación especial: << No temáis a los que matan el cuerpo, pero nada pueden hacer con el espíritu>>.
Él lo interpreta que si los que matan el cuerpo son terribles, son más terribles los que acribillan el espíritu, calumniando, difamando, destruyendo a una persona, y él creía que éste era precisamente mi martirio, aun dentro de la misma Iglesia y que tuviera ánimo.
El resumen fue un aliento muy poderoso que luego me preparó para ir más alegre a la entrevista con el Santo Padre en la audiencia general.


AUDIENCIA GENERAL- ENERO DE 1980
A las 10 de la mañana estábamos entrando a audiencia general junto con un enorme torrente de gente que llegaba a la sala Pablo VI, (…) Cuando terminaba su audiencia llamó a los Obispos para bendecir juntos con él al pueblo.  Yo tuve la dicha de quedar directamente a su derecha y después cuando saludábamos al Papa, los Obispos, me dijo que después de la audiencia quería hablar especialmente conmigo. (…) 

Monseñor Romero (a la izquierda de Juan Pablo II)  Bendición conjunta 1980 

Monseñor Romero - Audiencia General - Enero 1980
Me recibió con mucho cariño, me dijo "que comprendía perfectamente lo difícil de la situación política de mi patria y que le preocupaba el papel de la Iglesia, que tuviéramos en cuenta no sólo la defensa de la Justicia Social y el amor a los pobres, sino también lo que podría ser el resultado de un esfuerzo reivindicativo popular de izquierda, que puede dar por resultado también un mal para la Iglesia". Yo le dije, "Santo Padre, precisamente, es ése el equilibrio que yo trato de guardar, porque, por una parte, defiendo la justicia social, los Derechos Humanos, el amor al pobre, y por otra, siempre me preocupa mucho también el papel de la Iglesia y el que no por defender estos Derechos Humanos vayamos a caer en unas ideologías que destruyen los sentimientos y los valores humanos". Que estaba muy de acuerdo con sus discursos y que esos discursos me daban mucha fuerza y argumentos para mi actuación y mi predicación. Le mencioné especialmente, sus discursos de México, el de Oaxaca y que aquí estaba precisamente mi doctrina, lo que yo predico y lo que trato de hacer. 
El Papa sentí que estaba muy de acuerdo en todo lo que yo le decía y, al terminar, me dió un abrazo muy fraternal y me dijo que rezaba todos los días por El Salvador.
"Yo he sentido aquí la confirmación y la fuerza de Dios para mi pobre Ministerio". 


  • Textos tomados del  Diario de Monseñor Romero (1978 - 1980) publicado por el Arzobispado de San Salvador (El Salvador, enero 2000) disponible aqui en PDF  También están disponibles los audios del Diario de  Monseñor Romero en la Asociacion Inglesa "Romero Trust".

No hay comentarios:

Publicar un comentario