La Pascua del Cardenal Pironio - Sus últimos días
"Dio testimonio de su fe en la alegría:
la alegría de ser sacerdote y constante deseo de comunicar a los jóvenes de hoy"
Juan Pablo II, 07 de febrero 1998, homilía funeral del cardenal Eduardo Pironio.
Visto de una manera más sencilla e inmediata, el cardenal Pironio es un amigo leal que nos dejó cuando muchos gustábamos de su amistad y hoy tenemos gran necesidad de él.
Nos queda ahora rezar por él., como pidió en su testamento y hacer memoria de él, como hacemos este día. Me siento particularmente honrado y agradecido por la invitación de poder compartir con ustedes el recuerdo, el reconocimiento, gratitud y el afecto por nuestro cardenal.
Cuántos lo vimos morir dijimos: este hombre es uno de los que han aprendido de la vida el buen morir y por lo tanto nos deja con la creencia íntima y fuerte que continuará viviendo.
Con esta certeza de la fe y la esperanza transcurrió los últimos diez días de su existencia.
Cuando el Papa lo llamó por teléfono - era Lunes, 02 de febrero 1998 - dijo:
"Santo Padre, me voy al cielo. Nos veremos en el cielo. Desde allí continuaré ayudándolo en el servicio de la Iglesia. Voy a seguir rezando por usted. Gracias por la confianza que me dio. Perdóneme si yo no siempre he sido capaz de responder a sus expectativas. Renuevo mi lealtad".
No me olvidaré unos de sus últimas recomendaciones:
"Lo que sea que necesites, me lo pedís
cuando este en el cielo".
Además de tener un gran amigo, estamos seguros de que ahora tenemos un poderoso intercesor.
Mons. Renato Boccardo
(2005. Inauguración Asociación Carde. Pironio, Roma, Italia)
Traducción hecha por mi del italiano, por favor si lo reproduce cite la fuente.
Texto completo en español
Texto Completo en italiano
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Mis hijos Isabel y Enrique fueron confirmados por él cuando era Obispo de Mar del Plata. Graciasss
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